Los componentes electrónicos de fabricación china sustituirán en la industria aeroespacial y el complejo industrial militar ruso a sus análogos estadounidenses. En 2015 Rusia prevé comprarlos a China por aproximadamente 1.000 millones de dólares.
Según una fuente en la agencia espacial rusa Roscosmos citada por el periódico 'Izvestia', Rusia prevé comprar componentes electrónicos a China durante dos años –o dos años y medio– por varios miles de millones de dólares hasta que la industria rusa aprenda a fabricar sus propios análogos electrónicos con las características apropiadas para los militares y la industria espacial.
"Trabajamos con China Aerospace Science and Industry Corp., CASIC", precisó el funcionario citado por el rotativo. "Las instituciones que la integran nos han ofrecido ya decenas de dispositivos que presentan una alternativa directa o con cambios mínimos respecto de aquellos elementos que no podremos comprar por las sanciones impuestas por EE.UU."
Actualmente está siendo traducida la documentación técnica y se realizan las primeras pruebas de esos análogos para determinar su resistencia a altas temperaturas, vibraciones e impacto de partículas polarizadas. Para el próximo 18 de agosto está programado un taller conjunto de los fabricantes de componentes electrónicos chinos y representantes de las empresas interesadas rusas, con participación tanto de CASIC como de Roscosmos.
De acuerdo con las regulaciones de tráfico de armas y tecnologías armamentistas de EE.UU. (ITAR, por sus siglas en inglés), la exportación de dispositivos y componentes marcados como 'military' y 'space' es posible solo con un permiso del Departamento de Estado. Antes de que fueran impuestas las sanciones a Rusia, las autoridades estadounidenses hacían la vista gorda al envío a Moscú de los productos de doble uso y las tecnologías sensibles.
Las empresas rusas compraban a EE.UU. componentes electrónicos por 2.000 millones de dólares al año. A partir de ahora esos recursos financieros podrán ser canalizados hacia los fabricantes chinos, aunque por parte de la industria electrónica europea todavía no haya habido ninguna respuesta negativa a los pedidos rusos por este tipo de productos.
"Hasta el momento los fabricantes europeos han suministrado todo sin problemas, menos los conversores de señal digital a analógica (dispositivos para convertir señales con datos binarios en ondas). Compramos los productos europeos, entre otros del mayor fabricante de componentes electrónicos en Europa, ST Microelectronics", aseguró la fuente.
Además, el citado funcionario de la agencia espacial rusa explicó que acaba de aprobarse una nueva regulación para estos conversores, lo que obliga a sus compradores a solicitar una autorización en una instancia europea. Sin embargo, la industria espacial rusa no ve obstáculos en este nuevo requisito.
"Trabajamos con China Aerospace Science and Industry Corp., CASIC", precisó el funcionario citado por el rotativo. "Las instituciones que la integran nos han ofrecido ya decenas de dispositivos que presentan una alternativa directa o con cambios mínimos respecto de aquellos elementos que no podremos comprar por las sanciones impuestas por EE.UU."
Actualmente está siendo traducida la documentación técnica y se realizan las primeras pruebas de esos análogos para determinar su resistencia a altas temperaturas, vibraciones e impacto de partículas polarizadas. Para el próximo 18 de agosto está programado un taller conjunto de los fabricantes de componentes electrónicos chinos y representantes de las empresas interesadas rusas, con participación tanto de CASIC como de Roscosmos.
De acuerdo con las regulaciones de tráfico de armas y tecnologías armamentistas de EE.UU. (ITAR, por sus siglas en inglés), la exportación de dispositivos y componentes marcados como 'military' y 'space' es posible solo con un permiso del Departamento de Estado. Antes de que fueran impuestas las sanciones a Rusia, las autoridades estadounidenses hacían la vista gorda al envío a Moscú de los productos de doble uso y las tecnologías sensibles.
Las empresas rusas compraban a EE.UU. componentes electrónicos por 2.000 millones de dólares al año. A partir de ahora esos recursos financieros podrán ser canalizados hacia los fabricantes chinos, aunque por parte de la industria electrónica europea todavía no haya habido ninguna respuesta negativa a los pedidos rusos por este tipo de productos.
"Hasta el momento los fabricantes europeos han suministrado todo sin problemas, menos los conversores de señal digital a analógica (dispositivos para convertir señales con datos binarios en ondas). Compramos los productos europeos, entre otros del mayor fabricante de componentes electrónicos en Europa, ST Microelectronics", aseguró la fuente.
Además, el citado funcionario de la agencia espacial rusa explicó que acaba de aprobarse una nueva regulación para estos conversores, lo que obliga a sus compradores a solicitar una autorización en una instancia europea. Sin embargo, la industria espacial rusa no ve obstáculos en este nuevo requisito.