La asignatura pendiente de los fabricantes de teléfonos móviles
inteligentes es la autonomía de la batería. Surgen propuestas, algunos
avances, pero la mayoría no cumplen con el objetivo de sobrepasar el día
de vida con tranquilidad.
Otros avances van en materia de
cargadores, pieza clave en este aspecto. La firma Zap&Go, una
«startup» con sede en la localidad británica Oxford, promete ser capaz
de cargar una batería de unos 1.500 mAh, encontrada por ejemplo en
teléfonos como el iPhone 5S, en solo cinco minutos.
La
empresa, que busca financiación en plataformas de «crowdfunding»,
asegura que se trata de una solución «más práctica que las tecnologías
actuales», que este diario no ha podido comprobar su efectividad de
primera mano.
El mecanismo para lograr esa velocidad viene de
utilizar una alimentación ad hoc y un supercondensador de grafeno. Los
responsables del proyecto esperan comercializar este cargador en los
próximos meses a un precio de 50 dólares (43 euros).
El
producto, actualmente en fase de pruebas, se ideó por el fundador de la
empresa, Stephen Voller, quien asegura haber conseguido dos importantes
innovaciones: la primera fue reemplazar láminas de aluminio en
supercondensadores por grafeno, un material mucho más conductivo, y, la
segunda, obtener una nueva fuente de alimentación.