China avanza a pasos agigantados en la construcción
de su red de trenes rápidos y ahora ha fabricado uno que, según los
reportes, puede superar en 200 kilómetros al más rápido de los que tenía
hasta ahora, llegando a los 500 km/h y alimentado por una red que lleva
22,800 kilowatts. Es, pues, uno de los trenes más rápidos diseñados
para el transporte de pasajeros.
La forma del tren se inspira en una antigua espada
china y está construido de materiales plásticos y fibra de carbono, lo
que da como resultado un vehículo ligero y aerodinámico que puede
alcanzar mayores velocidades que sus predecesores.
Esto viene a confirmar que China no tiene pensado frenar el desarrollo ni la instalación de los trenes rápidos, a pesar del accidente ocurrido en julio del año pasado donde murieron 40 personas y 200 quedaron lesionados cuando dos de estos vehículos colisionaron. Las medidas de seguridad se han hecho más firmes.
El plan de los chinos es alcanzar a construir una red
de cerca de 17 mil kilómetros entre las principales ciudades de China,
con vehículos que, en promedio, tendrían una velocidad que rondaría los
500 kilómetros y aunque no ostentan el récord mundial en este terreno,
sí son los más veloces cuando hablamos de vehículos destinados al
transporte rutinario de pasajeros, con un número de carros normal y sin
sobrecargar las líneas de poder.
China tiene solo un tren con tecnología MagLev
(Levitación Magnética) que ayuda a alcanzar velocidades mayores, pero el
costo tanto de producción como de mantenimiento es prohibitivo, por lo
que se ha concentrado en la fabricación de trenes de alta velocidad con
tecnología más simple pero que proporciona un mejor equilibrio entre
costo y velocidad.