Las plataformas digitales como Netflix o Hulu, que ofrecen acceso ilimitado a películas y series a través de Internet, están revolucionando los hábitos de consumo televisivo en Estados Unidos. En 2011, más de un millón de abonados a empresas de televisión por cable o satélite cancelaron su suscripción para pasarse al streaming –sistema que permite ver los contenidos en la red mientras se descargan- y este año se prevé que se sumen a esta corriente tres millones y medio más, lo que supone un 3,6% del total de usuarios de cable o satélite en el país, según un estudio anual del grupo canadiense Convergence Consulting publicado esta semana.
Estas cifras no hacen sino confirmar una tendencia que se venía observando desde 2008. De acuerdo con el último informe de la consultora, entre 2008 y 2011, 2,6 millones de estadounidenses decidieron consumir únicamente contenidos vía streaming. La encuesta El estado de los medios democráticos de Deloitte corrobora esta tendencia. El sondeo indica que en 2008, el 93% de los consultados prefería la televisión por cable, una cifra que se redujo hasta el 69% en 2011. Según el mismo estudio, en 2009 solo el solo el 4% prefería ver una película online, un porcentaje que se ha incrementado un 14% en 2011.
Netflix, Hulu o Amazon han logrado atraer a gran
número de clientes ofreciendo contenidos en Internet a tiempo real a
precios muy asequibles
Pero el modelo de negocio de estas compañías no tiene viabilidad a medio plazo, de acuerdo con el informe, ya que el coste de los derechos por emitir a través de streaming crece exponencialmente y es imposible costearlos con lo que se pide por suscripción. En 2010, Netflix debía mil millones de dólares por dichos derechos, una cantidad que ascenderá a 3.900 millones a final de este año.
Además, estas empresas se están encontrando con una nueva amenaza, la competencia de las mismas compañías de cable que están creando sus propias plataformas de contenidos online. El líder de la televisión por cable en EE UU, Comcast, comenzó a ofertar a sus 22.3 millones de abonados un servicio de streaming llamado Streampix, que piensa expandir a quienes no sean suscriptores. Verizon, otro operador de cable, va a lanzar junto a Coinstar´s Redbox, una web similar por 4,99 dólares al mes, tres dólares menos que Netflix.
Los consumidores que optan por Internet para
disfrutar de las películas sin cortes publicitarios, en un futuro
soportarán el mismo volumen de anuncios que en la televisión
convencional
Y siguiendo con el bucle, ahora es Neflix quien ha entrado en negociaciones con plataformas de cable. The New York Times anunció que existen conversaciones con HBO, una cadena con 29 millones de abonados y que produce contenidos propios. La intención de la primera sería tener un espacio mensual y poder ofrecer sus productos a los suscriptores de la segunda. Ninguna de las dos empresas ha confirmado la noticia.
En Europa de momento las televisiones y las plataformas no tienen de qué preocuparse porque Netflix, el gigante del streaming no tiene intención de desembarcar en la península, algo que había considerado muy seriamente a principios de enero.