Panamá rechazó hoy las versiones sobre supuestos sobornos ofrecidos
al presidente Ricardo Martinelli en contratos para la construcción de
cárceles por parte del exdirector del diario italiano "Avanti" Valter
Lavitola, acusado también de participar en un "chantaje" al exprimer
ministro Silvio Berlusconi.
"En Panamá ninguna empresa italiana está construyendo ni una cárcel", aseguró este lunes Martinelli en su cuenta en la red social Twitter.
La
prensa local se hizo eco este lunes de informes italianos según los
cuales Lavitola supuestamente ofreció sobornos a funcionarios panameños,
incluido el presidente Martinelli, para obtener la licitación de un
contrato para la construcción de cárceles en el país.
En ese mismo sentido, el ministro de Gobierno,
Jorge Fábrega, explicó en rueda de prensa que, en marco de un acuerdo
de cooperación en materia de seguridad firmado por Panamá e Italia en
2010, se exploró la posibilidad de construir cárceles en tres regiones
del país, pero el "Gobierno panameño decidió no aceptar" las propuestas
presentadas por un consorcio debido a los costos.
Fábrega también
negó este lunes que Lavitola "participe en algún contrato en Panamá", al
salir al paso a otras versiones de prensa según las cuales el
exdirector del rotativo sirvió de intermediario en negociaciones de
compras públicas panameñas a firmas italianas.
El diario La Prensa
de Panamá publicó que Lavitola "jugó un papel clave en la
formalización" en 2010 de la compra panameña de seis helicópteros, 19
radares y un mapa digital a la empresa italiana Finmeccanica por 250 millones de dólares.
La
empresa Agusta Westland, filial de la italiana Finmeccanica en Panamá,
aclaró este lunes que la negociación del contrato para la venta de
helicópteros, radares y el mapa digital se hizo directamente con el
Estado panameño.
"El contrato es directo" con el Estado panameño y
"Agusta Westland (...) no hemos dado ni un centavo a ninguna empresa
intermediaria", y el "precio (del contrato) es el justo", afirmó en
rueda de prensa portavoz de la empresa, Marco Acca.
Lavitola fue
arrestado este lunes a su regreso a Italia desde Argentina, donde se
había refugiado, según informaron medios italianos.
Según las
investigaciones judiciales italianas, Lavitola era el intermediario
entre Berlusconi y el empresario Giampaolo Tarantini, que se encargaba
de conseguir chicas para las fiestas del exgobernante.
Desde el
pasado 14 de octubre, sobre Lavitola pesa una orden de detención por
parte del Tribunal de Bari (sur de Italia) acusado de, entre otras
cosas, instigación a dar falso testimonio.
Según los fiscales,
Lavitola había inducido a Tarantini a mentir a los jueces sobre las
supuestas fiestas de Berlusconi bajo el pago de 500.000 euros (unos
650.000 dólares), dinero cuya procedencia se está investigando.
Los
fiscales italianos sostienen que ese dinero pudo servir para
"convencer" a Tarantini de que pactara la condena en un caso en el que
estaba imputado y evitar que salieran a la luz escuchas telefónicas con
detalles comprometedores sobre las fiestas de Berlusconi en un juicio
oral.
Por ese caso fueron detenidos en septiembre pasado Tarantini y su esposa, pero ya fueron puestos en libertad.