Sí, parece que hay un error en el título de este artículo, pero realmente es así: un equipo de científicos de la Northwestern University en Evanston (Illinois) ha desarrollado un metamaterial que se expande cuando uno intenta comprimirlo.
Si construyésemos un almohadón con este material, cuando te sentases
sobre él se elevaría en lugar de hundirse. Los físicos se refieren a
este tipo de propiedad como “compresibilidad negativa" y el producto podría ser aprovechado para crear recubrimientos protectores para vehículos militares.
Compresibilidad negativa: se comprime al estirarlo, se expande al presionarlo
Los
metamateriales pueden cambiar el mundo que conocemos. Así como el
grafeno parece estar revolucionando la tecnología electrónica,
permitiendo semiconductores mucho más eficientes que los que se
consiguen utilizando el “viejo” silicio, los denominados metamateriales
-compuestos con propiedades que desafían el sentido común- seguramente
cambiarán aspectos de la realidad que hoy damos por sentados.
Muchas veces hemos oído hablar de estos materiales en el contexto de la búsqueda de mantos capaces de convertir en invisible a
quien los utiliza, pero esta no es la única aplicación que puede tener
esta tecnología. Los científicos de la Northwestern han desarrollado un
metamaterial que se expande cuando uno intenta comprimirlo. Liderados
por Nicolaou Zacarías y Adilson Motter, los físicos han puesto a punto
un material que posee lo que denominan “compresibilidad negativa”, es
decir, se comprime cuando se le estira y se expande cuando se presiona.
Un cojín «mágico»
Si
bien la forma en que se “construye” un material como este posee la
suficiente complejidad como para quedar fuera del alcance de este texto,
se puede resumir diciendo que una fila de cuatro "partículas", cada una
de ellas formada por varios grupos de moléculas, se atraen entre sí en
diferentes grados. La fuerza de atracción de las dos partículas
interiores es débil, por lo que al “tirar” del material el vínculo que
las atrae se rompe. “Ni bien sucede esto, las partículas externas se
atraen entre sí con mayor fuerza", explica Motter, por lo que el
material se comprime.
Por
el contrario, cuando se presiona el material, las dos partículas
interiores se acercan lo suficiente como para reforzar su atracción y el
material se expande. Los mismos científicos ejemplifican el
comportamiento de este extraño material como si fuese un cojín que se eleva cuando uno se apoya sobre él. Va contra lo que nos indica el sentido común, pero justamente eso es lo que generalmente hacen los metamateriales. Los expertos ya están buscando aplicaciones para este compuesto, y especulan con que pueda ser utilizado para revestir vehículos militares, dotándolos de una especie de escudo futurista que los proteja de las explosiones.