Un equipo internacional de científicos ha descubierto unos tornados en el espacio que podrían ser la clave para explicar cómo la atmósfera del Sol alcanza millones de grados centígrados y es aún más caliente que la misma superficie, algo que parece tan contradictorio como que aumente la temperatura a medida que uno sube una montaña. Estos supertornados, miles de veces más grandes y más potentes que sus homólogos terrestres, pero con un esqueleto magnético, giran a velocidades de casi 10.000 km por hora y tienen más de 1.600 km de ancho. No son ningún fenómeno excepcional: se estima que hasta 11.000 de estos eventos se arremolinan sobre la superficie del Sol en cualquier momento.
Matemáticos
aplicados de la Universidad de Sheffield en Inglaterra, la Universidad
de Oslo en Noruega, el Instituto Kiepenheuer de Física Solar de Friburgo
(Alemania) y la Universidad de Uppsala en Suecia creen que los tornados
solares llevan la energía situada por debajo de la superficie del Sol,
llamada zona de convección, a la atmósfera exterior en forma de ondas
magnéticas.
Según explican en la revista Nature,
los tornados espaciales son muy magnéticos y operan en plasma, el
cuarto estado de la materia (además de sólido, líquido y gaseoso) que
forma alrededor del 99% de la materia conocida en el Universo. Los tornados actúan de una manera similar a la del agua cuando se retira el tapón de una bañera llena. «Uno
de los principales problemas de la astrofísica moderna es saber por qué
la atmósfera de una estrella, como nuestro Sol, es considerablemente
más caliente que su superficie. Imagine que escala una montaña y que
haga más calor a medida que llega más y más alto», afirma Robertus
Erdélyi, jefe del Centro de Investigación de Física Solar y Plasma
Espacial de la Escuela de Sheffield de Matemáticas y Estadística.
Hacer lo mismo en la Tierra
«Sabíamos
que la energía provenía de debajo de la superficie del Sol, pero cómo
esta enorme cantidad de energía viaja hasta la atmósfera solar era un
misterio Creemos que hemos encontrado evidencias en las estructuras
magnéticas que rotan, los tornados solares, que canalizan la energía
necesaria en forma de ondas magnéticas para calentar el plasma solar
magnetizado»
Los investigadores creen que este proceso pueda repetirse algún día en la Tierra para
obtener un dispositivo futuro para producir energía completamente
limpia. «Si entendemos cómo la naturaleza calienta estos plasmas
magnetizados, como en los tornados observados en el Sol, algún día
seremos capaces de utilizar este proceso para desarrollar la tecnología
necesaria y crear dispositivos de la Tierra que produzcan energía barata, limpia y verde», explica Erdélyi.