Una sustancia tóxica de una planta que crece en la zona del mediterráneo podría servir para desarrollar un fármaco prometedor contra el cáncer.
El fármaco se deriva de un arbusto, la tapsia, abundante en las islas
del mediterráneo, como Ibiza y Mallorca que crece en terrenos
abandonados junto al tomillo.
Se sabe que un compuesto
obtenido de esta planta, el thapsigargin, es extremadamente tóxico para
las células ya que bloquea una proteína esencial para controlar los
niveles de calcio dentro de las células, tanto sanas como tumorales.
Desde los tiempos de la antigua Grecia, se ha sabido que la planta
podría matar a las ovejas y el ganado si los animales comían sus
semillas. En las caravanas árabes la planta era conocida como la «zanahoria muerte» ya que mataba a los camellos que la comían.
Mecanismos bioquímicos
Ahora,
un equipo del Sidney Kimmel Comprehensive Cancer Center (Australia)
coordinado por Samuel Denmeade, ha elaborado un medicamento -G202- a
partir de la planta, un producto que, a través de mecanismos
bioquímicos, destruye las células tumorales vecinas y, a diferencia de
la mayoría de fármacos contra el cáncer, puede matar las células cancerosas que no están proliferando.
Según los resultados de un trabajo que se publica en Science Translational Medicine, el fármaco redujo los tumores en modelos de ratón de cáncer de próstata
y de cáncer de mama. Por otra parte, debido su mecanismo de acción,
parece que las células cancerosas podrían tener menos probabilidades de
volverse resistentes al G202.
Los investigadores están probando actualmente el producto en pacientes con cáncer de próstata avanzado y han tratado a más de 28 pacientes
hasta la fecha. Los ensayos clínicos ayudará a los investigadores
determinar qué cantidad de droga se puede administrar con seguridad a
los pacientes y cuáles son sus efectos secundarios.