sábado, agosto 25, 2012

Científicos modifican genéticamente una bacteria para crear combustible

Los investigadores modificaron un microorganismo denominado "Ralstonia Eutropha" para que convirtiera dióxido de carbono en isobutanol.

Una bacteria denominada "Ralstonia Eutropha" podría ser una nueva fuente de combustible. Así lo descubrieron un grupo de investigadores del MIT quienes manipularon el organismo logrando crear isobutanol, un tipo de alcohol que puede sustituir a la gasolina.

Este proceso sucede cuando la bacteria deja de crecer y utiliza su energía para crear compuestos de carbono, según los científicos. Esto es posible porque en su estado natural y su fuente de nutrientes no da abasto, el microorganismo almacena carbono para utilizarlo más tarde.

Christopher Brigham, autor principal de la investigación, explica que lo que hace el "Ralstonia Eutropha" es almacenar el carbono disponible en forma de un polí¬mero con propiedades similares a las de algunos plásticos derivados del petróleo.

Es en este momento que comienza el trabajo de los científicos. Los investigadores intervienen estos organismos anulando parte de sus genes e insertando nuevos para que la bacteria pueda producir combustible en vez de plástico utilizando, además, CO2 como fuente carbono.

Los científicos plantean que este tipo de pequeños cambios podrían ser una revolución en esta área, permitiendo modificar y convertir casi cualquier tipo de fuente de carbono en un tipo de combustible eficiente. Sin embargo, aún tiene como desafío optimizar la velocidad del sistema de producción y crear los mecanismos necesarios para realizar este procedimiento a nivel industrial.

 

 

Próximo paso: acelerar la producción


«El equipo ha demostrado que, en cultivo continuo, se puede obtener cantidades importantes de isobutanol», ha apuntado Brigham, quien ha apuntado que, ahora, los investigadores tienen como objetivo la optimización del sistema para aumentar la velocidad de producción y el diseño de biorreactores para escalar el proceso a niveles industriales.

Además, ha destacado que, «a diferencia de algunos sistemas de bioingeniería en que los microbios producen un producto químico deseado dentro de sus cuerpos pero deben morir para recuperar el producto, la Ralstonia Eutropha expulsa naturalmente el isobutanol en el fluido circundante sin parar el proceso de producción».