Si el mal emergiera de lo más profundo de la tierra seguramente lo haría de este lugar incandescente. Tal y como si se tratara de una película de terror, en un lugar que se encuentra en medio de la nada, está ubicada la llamada puerta del infierno. De acuerdo a lo señalado en el sitio xatakaciencia.com, este cráter se formó por un error.
Cuenta la historia que un error de geólogos soviéticos generó el fenómeno: se llama el cráter de gas de Darvaza. Se dice que los investigadores buscaban yacimientos de petróleo o gas. La región, famosa por su riqueza en ese tipo de combustibles, era uno de los objetivos de Moscú ante la necesidad de proveerse de recursos naturales para sostener la mastodóntica Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Entonces comenzaron a cavar.
Tenían en claro que iban a encontrar, en primera instancia: gas. Pero no se imaginaron las consecuencias. Según explica Daily el piso colapsó en un radio de 70 metros y dejó escapar los gases que tanto buscaban.
La cantidad de gases era mucha, y el tipo de fluido era difícil de determinar. Les resultaba imposible explotarlo y temieron que su composición química resultara venenosa. Así decidieron que lo mejor era quemar ese gas.
"(El fuego) puede durar algunos días", especularon. Error. Desde aquella chispa inicial, el hoyo de fuego no se ha apagado. De noche se puede ver desde miles de kilómetros en la oscuridad, y le ha dado una fama muy poco útil a la cercana población de Derweze, donde apenas viven 350 personas.
En 2010, el presidente de Turkmenistán, independiente desde la disgregación de la URSS en 1991, prometió que el pozo se cerraría. Pero Gurbanguly Berdimuhamedow, mandatario desde 2007 tras ganar las elecciones no ha cumplido.
Para ubicar en el mapa a Turkmenistán, sirve partir desde Irán, al sur del país; Afganistán, su frontera sureste; Uzbekistán, al este-noreste; y Kazajistán, al norte. El mar Aral limita su territorio por el oeste.
