martes, septiembre 25, 2012

Un niño sirio: «Vi a perros comiendo partes humanas durante días»

La ONG Save the children» avisa de que los jóvenes sirios «están traumatizados». «Nunca un niño debería ver los horrores que se describen a diario a nuestro personal», dice el director de la entidad, Justin Forsyth.

La organización humanitaria «Save the Children» advirtió hoy de que los niños sirios están profundamente traumatizados al ser testigos de las torturas, muertes y otras atrocidades cometidas en el conflicto bélico en Siria.

En un comunicado divulgado hoy, la entidad no gubernamental afirma haber reunido testimonios de menores que han presenciado diversos casos violentos, como la muerte de sus padres, hermanos, además de haber experimentado ellos mismos la tortura.
«Save the Children», que dice estar trabajando para ayudar a los pequeños que han huido del conflicto a superar el trauma, pide a la ONU que documente las violaciones de los derechos de estos niños.

«Nunca un niño debería ver los horrores que se describen a diario a nuestro personal que está sobre el terreno, hay relatos de torturas, asesinatos y terror», señaló hoy el director de la entidad, Justin Forsyth, al referirse a los pequeños refugiados.

La entidad ha divulgado «Untold Atrocities» (Atrocidades no contadas), un conjunto de relatos del conflicto por parte de niños y sus padres que están recibiendo ayuda de «Save the children» después de haber huido del conflicto en Siria.

En uno de estos casos, un adolescente de 14 años de nombre Hassan afirmó haber visto cuerpos mutilados y perros comiendo partes humanas durante dos días.

Niños sirios de familias refugiadas en Jordania, en la sede de Acnur en Ammán


Otro, Wael, de 16 años, dijo que «un pequeño de 6 años fue torturado más que ningún otro en esa habitación. Solo sobrevivió durante tres días y después se murió».
A «Save the Children» se le ha denegado el permiso para entrar en Siria a fin de ayudar a más niños, pero muchos de los testimonios recogidos por la organización de refugiados coinciden con las violaciones documentadas por la ONU y grupos defensores de los derechos humanos en los últimos meses.