La fantasía temida, potenciada por el cine, se hizo realidad en un
popular centro comercial de Shangai. Allí, un acuario con tiburones era
la gran atracción para el público. Pero como en una película catástrofe,
el vidrio de la pecera estalló y los tiburones cayeron sobre la gente.
La secuencia del terror se ve en un breve video que circula en la Web. La
pecera tenía 7 metros de largo, 3 metros de alto y 33,5 toneladas de
peso y colapsó cuando el Orient Shopping Center estaba lleno de gente.
La fuerza del agua derribó a clientes y empleados, y un hombre de 30
años sufrió las heridas más graves, al fracturarse una pierna y sufrir
varios cortes por los fragmentos de vidrio.
Hubo en total 15
heridos, y muchos locales sufrieron daños por el agua. Además, tres
tiburones pequeños, de entre 30 y 40 centímetros, fallecieron entre los
escombros.