La mitad de los alimentos que se producen en todo el mundo,
equivalente a 2.000 millones de toneladas, van a la basura, según un
informe del Instituto de Ingenieros Mecánicos.
De acuerdo con esta
institución británica, el mal almacenamiento, fechas muy estrictas
sobre vencimiento en el empaquetado y consumidores muy exigentes son las
causas de este desperdicio.
Además, en el caso del Reino Unido,
un 30 % de los vegetales no se cosechan porque el aspecto que tienen
haría más difícil su venta en los mercados, según el documento.
El
director de energía y medioambiente del instituto, Tim Fox, dijo que
"la cantidad de comida desperdiciada en todo el mundo es asombrosa.
Podría ser utilizada para alimentar a una creciente población mundial,
así como a los que hoy pasan hambre".
"Además, es un innecesario
desperdicio de tierra, agua y recursos energéticos utilizados en la
producción, proceso y distribución de los alimentos", añadió. Según Fox,
los supermercados exigen "alimentos perfectos en apariencia" para poder
venderlos.
Al mismo tiempo, el informe señala que una gran
cantidad de agua, aproximadamente 500.000 millones de metros cúbicos, es
utilizada para cultivos que nunca llegan a consumirse.
La ONU
estima que para el año 2075 habrá 3.000 millones de personas más que
habrá que alimentar en el mundo debido a que la población llegará a los
9.500 millones.
Fox indicó que los expertos tienen que hacer un
esfuerzo para impedir este desperdicio de comida y desarrollar formas
más eficientes de cultivar, transportar y almacenar alimentos. "Pero
para lograr esto, los Gobiernos, las agencias de desarrollo y
organizaciones como la ONU deben trabajar juntas para ayudar a cambiar
la mentalidad de la gente y desalentar prácticas derrochadoras por parte
de granjeros, productores de alimentos, supermercados y consumidores",
subrayó Fox.