En los últimos meses EE.UU. ha provocado el disgusto de muchos de sus aliados en varios campos, desde la pérdida de confianza por el espionaje mundial hasta su fallo por no actuar decisivamente en Oriente Medio.
Las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje de EE.UU. sobre los líderes mundiales (la última revelación concretó que se trata de, al menos, 35 mandatarios de varios países) desató la indignación de muchas naciones.
Los líderes de los países miembros de la Unión Europea han formulado una declaración conjunta en la cual condenan el espionaje estatal de EE.UU. y advierten que puede dañar las relaciones entre EE.UU. y la UE. "La falta de confianza podría perjudicar la necesaria cooperación en la esfera de la recopilación de información", dicta la declaración. Los líderes de la UE se reunieron en una cumbre en Bruselas dedicada a la economía y los refugiados, pero la atención recayó sobre el espionaje, sobre todo en las escuchas del teléfono de la canciller alemana, Angela Merkel, por parte de EE.UU.
Los líderes en otros continentes, que también fueron objeto de espionaje, se identifican con este sentimiento. Angela Merkel ha unido esfuerzos con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cuyas comunicaciones también fueron vigiladas, para conseguir una resolución general de la ONU que promueva el derecho a la privacidad en internet con el fin de frenar las intrusiones de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA).
"Las actividades de monitoreo de la NSA se han salido fuera de control", citó 'Der Spiegel' a Thomas Oppermann, jefe del comité parlamentario que supervisa los servicios de inteligencia alemanes. "Cuando los hechos contradicen a la retórica pública de un gobierno, se hace más difícil para los aliados de EE.UU. hacer la vista gorda con las actividades secretas de Washington y se hace más fácil para los adversarios justificar las suyas", escriben Henry Farrell y Martha Finnemore en su artículo para 'Foreign Affairs'. "El Gobierno de EE.UU., sus amigos y enemigos no pueden seguir negando el lado oscuro de la política internacional de EE.UU". Además, la falta de una reacción firme de los gobiernos podría provocar descontento popular, caldeando las protestas antigubernamentales, opina el analista político Jorge Capelán.
"El Gobierno de Washington parece no haberse enterado del nivel de daño que está causando la vigilancia estadounidense en Europa", señaló el periódico alemán 'Allgemeine Zeitung', que suele ser pro EE.UU.
Muchos medios y expertos han criticado la política de EE.UU. en Oriente Medio. "Un amigo egipcio me preguntó: "¿A quién apoya EE.UU.? No pude contestarle. Además, parece que tampoco lo pueden hacer muchos diplomáticos y analistas de inteligencia estadounidenses", escribió Richard Engel, periodista de NBC News especializado en asuntos internacionales.
Al final, Israel tampoco está feliz con la falta de posición firme de EE.UU. acerca de la destrucción del poder nuclear de Irán. "Normalmente nos entendemos con EE.UU.sobre el objetivo final, que es prevenir que Irán construya armas nucleares, pero a veces hay diferencias acerca de cómo alcanzarlo", comentó el ministro de Exteriores y de la inteligencia israelí, Yuval Steiniz.
Los líderes de los países miembros de la Unión Europea han formulado una declaración conjunta en la cual condenan el espionaje estatal de EE.UU. y advierten que puede dañar las relaciones entre EE.UU. y la UE. "La falta de confianza podría perjudicar la necesaria cooperación en la esfera de la recopilación de información", dicta la declaración. Los líderes de la UE se reunieron en una cumbre en Bruselas dedicada a la economía y los refugiados, pero la atención recayó sobre el espionaje, sobre todo en las escuchas del teléfono de la canciller alemana, Angela Merkel, por parte de EE.UU.
Los líderes en otros continentes, que también fueron objeto de espionaje, se identifican con este sentimiento. Angela Merkel ha unido esfuerzos con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cuyas comunicaciones también fueron vigiladas, para conseguir una resolución general de la ONU que promueva el derecho a la privacidad en internet con el fin de frenar las intrusiones de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA).
"Las actividades de monitoreo de la NSA se han salido fuera de control", citó 'Der Spiegel' a Thomas Oppermann, jefe del comité parlamentario que supervisa los servicios de inteligencia alemanes. "Cuando los hechos contradicen a la retórica pública de un gobierno, se hace más difícil para los aliados de EE.UU. hacer la vista gorda con las actividades secretas de Washington y se hace más fácil para los adversarios justificar las suyas", escriben Henry Farrell y Martha Finnemore en su artículo para 'Foreign Affairs'. "El Gobierno de EE.UU., sus amigos y enemigos no pueden seguir negando el lado oscuro de la política internacional de EE.UU". Además, la falta de una reacción firme de los gobiernos podría provocar descontento popular, caldeando las protestas antigubernamentales, opina el analista político Jorge Capelán.
"El Gobierno de Washington parece no haberse enterado del nivel de daño que está causando la vigilancia estadounidense en Europa", señaló el periódico alemán 'Allgemeine Zeitung', que suele ser pro EE.UU.
Oriente Medio
Los escándalos sobre el espionaje no son el único problema internacional de EE.UU. Su postura acerca de la guerra en Siria, o sea, la falta de una actitud consistente, ha desconcertado a sus aliados en Europa y ha disgustado a los aliados orientales. El príncipe de Arabia Saudita Bandar bin Sultan, canciller y jefe de la inteligencia de ese país, dijo que su Arabia Saudita hará "un gran cambio" en las relaciones con EE.UU. en protesta por la falta de acción decisiva en Siria y su posición respecto a Irán.Muchos medios y expertos han criticado la política de EE.UU. en Oriente Medio. "Un amigo egipcio me preguntó: "¿A quién apoya EE.UU.? No pude contestarle. Además, parece que tampoco lo pueden hacer muchos diplomáticos y analistas de inteligencia estadounidenses", escribió Richard Engel, periodista de NBC News especializado en asuntos internacionales.
Al final, Israel tampoco está feliz con la falta de posición firme de EE.UU. acerca de la destrucción del poder nuclear de Irán. "Normalmente nos entendemos con EE.UU.sobre el objetivo final, que es prevenir que Irán construya armas nucleares, pero a veces hay diferencias acerca de cómo alcanzarlo", comentó el ministro de Exteriores y de la inteligencia israelí, Yuval Steiniz.