El debate sobre las supuestas diferencias entre el cerebro de los hombres y de las mujeres siempre ha estado sobre la mesa, pero solo ahora un equipo de científicos en EE.UU. ha aclarado por primera vez cuáles son estos rasgos distintivos.
Investigadores de la Universidad de Cambridge han llevado a cabo un estudio neurocientífico durante más de 20 años, a fin de crear un mapa que muestra hasta qué punto difieren los cerebros de ambos sexos.
La investigación concluye que el volumen del cerebro de los hombres es entre un 8 y 13% más grande que el de las mujeres de promedio. En concreto, los investigadores descubrieron que las principales diferencias de volumen se localizan en el sistema límbico, que se ocupa de las emociones, así como del área que se encarga del lenguaje.
"Ya no debemos ignorar el género en la investigación de la neurociencia, especialmente en investigaciones sobre las condiciones psiquiátricas que a veces son más frecuentes en hombres y otras veces en mujeres", explica el director del estudio, Amber Ruigrok.
La investigación —afirman los científicos— podría tener implicaciones importantes para el estudio del autismo, la esquizofrenia y la depresión. Cabe señalar que el equipo buscó todos los artículos en revistas científicas relacionados con el cerebro que fueron publicados entre 1990 y 2013 donde se analizan casos de todo tipo de cerebros, tanto de recién nacidos como de ancianos octogenarios.
La investigación concluye que el volumen del cerebro de los hombres es entre un 8 y 13% más grande que el de las mujeres de promedio. En concreto, los investigadores descubrieron que las principales diferencias de volumen se localizan en el sistema límbico, que se ocupa de las emociones, así como del área que se encarga del lenguaje.
"Ya no debemos ignorar el género en la investigación de la neurociencia, especialmente en investigaciones sobre las condiciones psiquiátricas que a veces son más frecuentes en hombres y otras veces en mujeres", explica el director del estudio, Amber Ruigrok.
La investigación —afirman los científicos— podría tener implicaciones importantes para el estudio del autismo, la esquizofrenia y la depresión. Cabe señalar que el equipo buscó todos los artículos en revistas científicas relacionados con el cerebro que fueron publicados entre 1990 y 2013 donde se analizan casos de todo tipo de cerebros, tanto de recién nacidos como de ancianos octogenarios.