A comienzos de 2012, Jason Barnes, un joven baterista estadounidense, estaba en su trabajo limpiando sistemas de ventilación cuando fue electrocutado por un problema de un transformador. El accidente, que terminó con la amputación de parte de su brazo derecho, ocurrió pocos días antes de que entrara a estudiar música al Atlanta Institute of Music and Media.
Desde entonces, Barnes ha tratado de adaptarse a su nueva situación, desarrollando su propia prótesis para sostener un baqueta con su brazo y seguir tocando. Pero ahora un experto de la universidad Georgia Tech fue un paso más allá, desarrollando una prótesis robótica que le devuelve la capacidad de tocar, y algo más.
El trabajo fue realizado por Gil Weinberg, profesor de la institución y director del Georgia Tech Center for Music Technology. Weinberg es conocido por haber creado una de las primeras "bandas" musicales de robots.
En el caso de Jason Barnes, el trabajo consistió en la creación de una prótesis capaz de llevar dos baquetas. La primera es controlada a traves de sensores que captan el movimiento de los músculos del baterista en la parte que todavía tiene de su brazo. La segunda baqueta funciona de forma automática: detecta el patrón rítmico que está tocando y se regula de forma automática para complementarlo.
El uso de la segunda baqueta es opcional y puede ser activada en medio de una canción.
La función, que permite que el joven use tres baquetas de forma simultánea, tiene usos prácticos al tocar canciones muy matizadas y que requieren de golpes rápidos en tambores o platillos. En un video de muestra se ve cómo Barnes usa el sistema para hacer redobles en la caja con una mano, dejando su mano izquierda libre para complementar el movimiento.
La tecnología será mostrada por primera vez en vivo en un evento que se realizará en Kennesaw, Georgia, el próximo 22 de marzo.