El avión de Malaysia Airlines desaparecido podría haber sido derribado por fuego real en unos ejercicios aéreos conjuntos de EE.UU. y Tailandia. La búsqueda posterior habría sido desviada intencionadamente para encubrir el error de los militares.
A esta conclusión llegó, tras una investigación periodística, el autor del primer libro dedicado a la misteriosa desaparición del vuelo MH370, el australiano Nigel Cawthorne. Su obra, cuyo resumen ha sido publicado por el periódico 'The Sydney Morning Herald', saldrá a la venta mañana lunes.
Entre otros argumentos, el escritor cuenta con el testimonio del operario neozelandés de una plataforma petrolera del golfo de Tailandia, Mike McKay, quien vio a un avión de pasajeros en llamas a la 01:21 (hora local). Precisamente en aquellos momentos los radares de los servicios terrestres de la aviación civil perdieron la señal del vuelo malasio.
La fecha coincidió con los ejercicios militares conjuntos estadounidense-tailandeses a los que también debían asistir expertos militares de China, Japón, Indonesia y otros países. El mundo no fue informado sobre sus resultados ni el área exacta donde se llevaron a cabo.
"El simulacro debía implicar la imitación de un conflicto armado en tierra, en el agua y en el aire, e incluiría ejercicios con fuego real'', agrega Cawthorne.
"Ahora, no digo que esto fue lo que ocurrió, pero si una caja negra se encuentra, ¿quién podrá decir que será del vuelo MH370?", se pregunta el autor del libro.
"Otra caja negra bien podría haber sido arrojada al mar a mil millas al oeste de Perth (el puerto australiano situado más cerca del área de la supuesta precipitación del avión) mientras estaban realizando la búsqueda en el mar de China. En estas circunstancias, con la cantidad de desinformación que se difunde por el mundo, es mejor ser escépticos''.
"Nadie quiere un escándalo semejante al de Lockerbie" (que envolvió al vuelo 103 de Pan American explosionado por terroristas en 1988 en pleno vuelo), sostiene Cawthorne. "Por lo tanto, los implicados tienen sus razones para callar sobre lo sucedido''.
Además, el autor insiste en que el avión desaparecido podría haberse encontrado sin dificultad alguna si la compañía aérea hubiera actualizado el programa de localización de la aeronave, invirtiendo tan solo diez dólares por cada avión. El software usado por Malaysia Airlines estaba desfasado, según sus datos. Y el ahorro en su actualización llevó a unas pérdidas de casi 136 millones de dólares, recientemente declaradas, a raíz de la desaparición del avión y las medidas emprendidas para localizarlo.
Entre otros argumentos, el escritor cuenta con el testimonio del operario neozelandés de una plataforma petrolera del golfo de Tailandia, Mike McKay, quien vio a un avión de pasajeros en llamas a la 01:21 (hora local). Precisamente en aquellos momentos los radares de los servicios terrestres de la aviación civil perdieron la señal del vuelo malasio.
La fecha coincidió con los ejercicios militares conjuntos estadounidense-tailandeses a los que también debían asistir expertos militares de China, Japón, Indonesia y otros países. El mundo no fue informado sobre sus resultados ni el área exacta donde se llevaron a cabo.
"El simulacro debía implicar la imitación de un conflicto armado en tierra, en el agua y en el aire, e incluiría ejercicios con fuego real'', agrega Cawthorne.
Nadie quiere un escándalo semejante al de Lockerbie. Por lo tanto, los implicados tienen sus razones para callar sobre lo sucedidoUna vez impactado por algún arma en el mar de China meridional, el avión no tendría la más mínima oportunidad de lograr llegar a las aguas del océano Índico, donde lo buscaron durante semanas.
"Ahora, no digo que esto fue lo que ocurrió, pero si una caja negra se encuentra, ¿quién podrá decir que será del vuelo MH370?", se pregunta el autor del libro.
"Otra caja negra bien podría haber sido arrojada al mar a mil millas al oeste de Perth (el puerto australiano situado más cerca del área de la supuesta precipitación del avión) mientras estaban realizando la búsqueda en el mar de China. En estas circunstancias, con la cantidad de desinformación que se difunde por el mundo, es mejor ser escépticos''.
"Nadie quiere un escándalo semejante al de Lockerbie" (que envolvió al vuelo 103 de Pan American explosionado por terroristas en 1988 en pleno vuelo), sostiene Cawthorne. "Por lo tanto, los implicados tienen sus razones para callar sobre lo sucedido''.
Además, el autor insiste en que el avión desaparecido podría haberse encontrado sin dificultad alguna si la compañía aérea hubiera actualizado el programa de localización de la aeronave, invirtiendo tan solo diez dólares por cada avión. El software usado por Malaysia Airlines estaba desfasado, según sus datos. Y el ahorro en su actualización llevó a unas pérdidas de casi 136 millones de dólares, recientemente declaradas, a raíz de la desaparición del avión y las medidas emprendidas para localizarlo.