martes, agosto 05, 2014

La vacuna rusa contra el ébola se halla en fase de prueba preclínica

La vacuna contra el ébola, desarrollada en laboratorios rusos, se encuentra en fase de pruebas preclínicas y, si las supera, podría llegar a convertirse en la primera vacuna patentada contra el virus en el mundo.

La vacuna rusa del ébola se encuentra en estos momentos en fase de prueba preclínica. Se trata de un proceso de máxima intensidad que se lleva a cabo en el Centro Estatal de Investigación Virológica y Biotecnológica VECTOR de Koltsóvo, Rusia, en colaboración con varios países, según informa RIA recogiendo declaraciones de Anna Popova, directora del Servicio Federal ruso de Supervisión de la Protección de los Derechos del Consumidor y la Salud.

En febrero de 2014 se empezaron a producir nuevos brotes del virus ébola en la región occidental de África. Con total seguridad, el foco de la epidemia se encuentra en Guinea, desde donde se extendió hacia Sierra Leona y Liberia. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el actual brote del ébola es el más grave de la historia conocida del virus. Además, la OMS ha tomado la decisión de enviar más personal médico especializado a Sierra Leona, Guinea y Liberia.

Hasta el momento se han registrado 1.603 casos de contagio de esta enfermedad, de los cuales 887 personas –o sea, el 55% de los infectados– falleció a causa de la misma, recuerda la directora del Servicio Federal ruso de Supervisión de la Protección de los Derechos del Consumidor y la Salud.

El virus del ébola se detectó por primera vez en 1976 en dos brotes simultáneos ocurridos en las localidades de Nzara (Sudán) y Yambuku (República Democrática del Congo), donde murieron el 85% de los infectados. La aldea en que se produjo el segundo de los brotes está situada cerca del río Ébola, que da nombre al virus. Éste se transmite por contacto directo con líquidos corporales infectados como sangre, saliva, sudor, orina o vómitos, aunque en la actualidad se desconocen las causas de su origen o foco de infección. Sus síntomas se caracterizan por la aparición súbita de fiebre, debilidad y dolores musculares, de cabeza y garganta, acompañado de vómitos y diarrea. El período de incubación oscila entre dos y 21 días.