Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale (EE.UU.) indican que el compuesto llamado TC-2153 acabaría con los efectos negativos de la tirosina estriatal enriquecida fosfatasa (STEP, por sus siglas en inglés) que es el factor principal en la regulación del aprendizaje y la memoria.
Estas dos funciones resultan alteradas y dañadas por el mal de Alzheimer, y este fármaco podría ayudar a combatir las deficiencias de esta enfermedad.
En la búsqueda de un fármaco que inhiba la actividad de STEP, los científicos estudiaron miles de pequeñas moléculas, probaron sus resultados en células del cerebro y examinaron su grado de eficacia para detener los defectos de esta proteína.
Según el estudio, cuando el cerebro presenta altos niveles de STEP, agota los receptores de los sitios sinápticos e inactiva otras proteínas necesarias para la función cognitiva adecuada, lo que puede desembocar en el Alzheimer o cualquier otro trastorno neuropsiquiátrico y neurodegenerativo, marcado por déficits cognitivos.
El fortalecimiento sináptico es un proceso que se requiere para que las personas conviertan recuerdos a corto plazo en recuerdos a largo plazo. Los investigadores probaron este compuesto en ratones, y se encuentran actualmente probándolo en animales con defectos cognitivos, incluidos ratas y primates no humanos.
Paul Lombroso, autor principal del estudio y profesor en el Centro de Estudios Infantiles de Yale y en los Departamentos de Neurobiología y Psiquiatría de la Escuela de Medicina de Yale, indica que “la disminución de los niveles de STEP revirtió los efectos del Alzhéimer en ratones”.
“La pequeña molécula inhibidora es el resultado de un esfuerzo de colaboración de cinco años para buscar inhibidores de STEP -subraya Lombroso-. Una dosis única del fármaco genera una mejora de la función cognitiva en los ratones. Los animales tratados con el compuesto TC-2153 fueron indistinguibles de un grupo de control en varias tareas cognitivas”, apunta Lombroso.
El resultado de las siguientes pruebas de esta investigación, publicada en la revista ‘PLoS Biology’, se evalúa como un paso en la ruta para lograr un fármaco capaz de mejorar la función cognitiva en los seres humanos.