Pensarás que es difícil encontrar ruibarbo, haba tonka o ras-el-hanut para tus platos exóticos, pero más complicado lo tienen los monstruos, los piratas, los superhéroes o los agentes secretos para conseguir comida y otros productos adecuados a su estilo de vida. Para satisfacer sus necesidades, y también para divertirnos a los que admiramos a esta clase de seres, existen cuatro tiendas en el mundo: Monster Supplies, en Londres; The Brooklyn Superhero Supply, en Nueva York, The Boring Store, en Chicago, y 826 Valencia, en San Francisco.
Como su propio nombre indica, Monster Supplies está dedicada a las criaturas terroríficas. Este entrañable establecimiento de Hoxton Street, que tuve la suerte de visitar en mi última escapada a la capital británica, vende mermelada de órganos, confitura de cerebro, ojos en vinagreta y caramelos de menta para combatir el mal aliento de los zombis. Sus barritas de cera de oreja han sido "cosechadas en humanos alimentados con una dieta estricta de miedo enlatado", mientras que sus bolitas para banshees -espíritus que anuncian la muerte- "alivian la garganta después de los excesos chillando, gimiendo y llorando".
En realidad, todo son chucherías y dulces creados por una buena causa: los beneficios van destinados a la organización Ministry of Stories, que promueve talleres de escritura para niños y jóvenes del este de Londres como forma de fomentar su confianza, respeto por sí mismos y capacidad de comunicación. De hecho, una de las cosas que vende Munster Supplies son cuentos de miedo, firmados por autores tan prestigiosos como Nick Hornby (uno de los fundadores de la ONG) o Zadie Smith.
La tienda para superhéroes del barrio de Brooklyn en Nueva York, la de piratas de San Francisco la de superagentes secretos de Chicago también se crearon para financiar proyectos de promoción de la escritura entre chavales de 8 a 18 años. La primera vende latas de antimateria, kriptonita, o inmortalidad, además de botes de velocidad de la luz o pastillas para que te salgan branquias y puedas sobrevivir bajo el agua. Más cerca del mundo real, 826 Valencia dispone de caramelos de limón concentrado para el escorbuto, sanguijuelas de gominola y pastillas para la fiebre de las aguas negras, muy útiles si lo tuyo es asaltar barcos en el mar y ocultar tesoros en islas tropicales. Y The Boring Store, el local de Chicago para superagentes secretos, se decanta más por trastos como la hielera para construir mensajes cifrados, el falso vaso de papel para café o los bolis disfrazados de cubiertos.
La próxima tienda de la serie se abrirá en Sidney (Australia), se llamará The Martian Embassy. Sus responsables prometen vender "todo lo que un niño necesita para los viajes espaciales y la exploración intergaláctica", además de atender a las necesidades específicas del público extraterrestre.
