jueves, abril 12, 2012

La orientación de la falla tectónica evitó un devastador tsunami

Un fuerte seísmo y varias réplicas dispararon en dos ocasiones las alertas de tsunamis en 28 países bañados por el Océano Índico.

La orientación horizontal de la falla tectónica evitó la formación de un tsunami devastador tras el seísmo de magnitud 8,7 que este miércoles golpeó frente a las costas de Indonesia, explicaron expertos en los medios australianos.

El profesor Mike Sandiford, de la Escuela de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Melbourne, indicó a la televisión australiana que este tipo de fallas, conocidas como «de desgarre» o «en dirección», no suelen provocar tsunamis severos. [Pincha aquí para ver la galería de imágenes de las escenas vividas tras los temblores]


El movimiento horizontal de esta falla no desplaza grandes cantidades de tierra y rocas, a diferencia de las fallas verticales, responsables de los devastadores tsunamis del año pasado en Japón o de 2004 en Indonesia.
El fuerte seísmo de ayer, y las réplicas de magnitud 6,5, 6,1 y 8,2, frente a la costa de la isla de Sumatra, dispararon en dos ocasiones las alertas de tsunamis en 28 países bañados por el Océano Índico, que finalmente quedaron en falsas alarmas.
 
Su epicentro se situó a unos 300 kilómetros del terremoto que en diciembre de 2004 generó un devastador tsunami y mató a unas 230.000 personas de una docena de países del Índico.
Sin embargo, en este caso los tsunamis de escasos centímetros no provocaron víctimas ni daños importantes en países como Tailandia, Indonesia, Malasia, India o Sri Lanka, donde el pánico desató precipitadas evacuaciones.

Paul Early, del Servicio Geológico de Estados Unidos, señaló que el epicentro del terremoto, alejado de la tierra firme, y la orientación de la falla salvaron a la región de revivir el desastre ocurrido hace ocho años.

«Somos también afortunados porque este terremoto era de tipo horizontal, menos propenso a causar los potentes tsunamis ocurridos anteriormente», precisó Early.
Los expertos están trabajando para mejorar los sistemas de alertar de tsunamis para evitar falsas alarmas, aunque consideran que todavía faltan años para mejorar la tecnología.
«Mientras que el sistema de tsunamis funciona correctamente, tiene sus limitaciones y puede haber un buen número de falsas alarmas con terremotos potentes. Es mejor que nada, pero todavía hay mucho que mejorar», indicó Huilin Xing, de la universidad australiana de Queensland.

El archipiélago indonesio se asienta sobre el denominado «Anillo de fuego del Pacífico», una zona de intensa actividad sísmica y volcánica que padece unos 7.000 terremotos al año, la mayoría de carácter moderado.