Concretamente,
 el ataque estaría presuntamente organizado por la rama de Al Qaeda de 
la Península Arábiga (AQPA) que habría reclutado a un musulmán noruego 
para secuestrar un avión y estrellarlo sobre Londres en una misión 
suicida.
Este noruego musulmán, de acuerdo con las fuentes, ronda los 35 años y se hace llamar Abu Abdulrahman.,
 se habría convertido al Islam hace aproximadamente cuatro años y se 
habría sometido a todo tipo de entrenamientos en las bases AQPA en 
Yemen.
Además,
 los Servicios de Inteligencia británicos (MI5) consideran que AQPA 
intentaría aprovechar el hecho de que el noruego carece de antecedentes 
penales y puede viajar por Europa con pocas restricciones para facilitar
 el ataque.
No es el primer aviso
El
 de este domingo no es el primer aviso por parte de los Servicios de 
Inteligencia británicos. En un intento de tranquilizar a la población, 
el jefe del Servicio de Inteligencia Interior británico, Jonathan Evans,
 declaró la semana pasada que, «los juegos no son un blanco fácil y lo 
demuestra el hecho de que hemos impedido varios planes terroristas aquí y
 en el extranjero en los últimos años demostrando que Reino Unido, en su
 conjunto, no es un blanco fácil». 
El jefe del Servicio de Inteligencia afirma que los juegos no son un blanco fácil
Aunque también señaló que, «en las calles de este país no hay 
escasez de personas que hablan sobre el deseo de organizar ataques 
terroristas aquí», además de destacar la amenaza que suponen los 
ciudadanos musulmanes occidentales que se han radicalizado y que han 
sido entrenados en países como Yemen y Sudán. 
De
 hecho, en los últimos meses ha habido informes que apuntan a que 
musulmanes occidentales se han unido a Al Qaeda y están involucrados en 
sus operaciones en Yemen contra las fuerzas de seguridad locales 
apoyadas por Occidente. 
Medidas de seguridad
Como parte del operativo de seguridad previsto para los Juegos Olímpicos, se han colocado baterías de misiles antiaéreos en espacios abiertos y en los tejados de algunos edificios alrededor de Londres. 
Además, el primer ministro, David Cameron, ha autorizado el derribo
 de cualquier avión de pasajeros en caso de que se sospeche que pudiera 
estar secuestrado y se fuera a perpetrar un atentado con él. 
Estos
 preparativos han sido objeto de duras críticas por parte de los 
residentes de los edificios donde han sido colocado los misiles, los 
cuales han acudido a los tribunales para pedir su retirada.

