Cuando Usain Bolt salió a colocarse en los tacos de salida, el
estadio estalló. Es la estrella que espera Londres para tomar el relevo
de Michael Phelps. En la cuarta serie de la primera ronda de 100,
después de los premilinares, salió por la calle siete. Sin riesgos al
partir, progresó en un 100 lento y, en los tres cuartos, ya era primero.
Acabó en un tiempo sin importancia (10.09).
De todo lo que tiene, apenas mostró nada, sólo lo mucho que le gusta sentirse en el centro del escenario. Justin Gatlin o el sorprendente Ryan Bailey habían sido mucho más rápidos, con 9.97 y unos excelentes 9.88, respectivamente.
También irrumpió su colega y verdugo Johan Blake, que clavó un tiempo de 10.00. Una jornada en la que ninguno de los velocistas quiso desvelar sus cartas. Tampoco el renacido Justin Gatlin, que impresionó en la segunda, no ya por su registro (9.97), sino por su vistosa capacidad de propulsión.
Bolt, durante serie de los 100 metros |
De todo lo que tiene, apenas mostró nada, sólo lo mucho que le gusta sentirse en el centro del escenario. Justin Gatlin o el sorprendente Ryan Bailey habían sido mucho más rápidos, con 9.97 y unos excelentes 9.88, respectivamente.
También irrumpió su colega y verdugo Johan Blake, que clavó un tiempo de 10.00. Una jornada en la que ninguno de los velocistas quiso desvelar sus cartas. Tampoco el renacido Justin Gatlin, que impresionó en la segunda, no ya por su registro (9.97), sino por su vistosa capacidad de propulsión.