Las intérpretes habían solicitado permanecer en un centro de detención en Moscú, para tener contacto con sus hijos.
Las dos integrantes de Pussy Riot que fueron condenadas a prisión,
Nadezhda Tolokonnikova y Maria Alyokhina, perdieron el lunes una
apelación para permanecer en un centro de detención de Moscú destinado a
reos que esperan un juicio. Por esto, tendrán que cumplir sus
sentencias en una remota colonia penal donde las condiciones son mucho
más duras.
Un tribunal de la Ciudad de Moscú confirmó la semana
pasada la sentencia de dos años impuesta a las jóvenes por realizar una
protesta en contra de Vladimir Putin en una catedral. Fueron culpadas de
vandalismo motivado por odio religioso. La tercera detenida, Yekaterina
Samutsevich, obtuvo libertad condicional.
Tolokonnikova y
Alyokhina tienen niños pequeños y sus abogados dicen que transferirlas a
la colonia fuera de Moscú, donde el régimen es mucho más estricto que
en el centro de detención, complicará el contacto con sus familias.
El
abogado de las cantantes, Mark Feigin, explica que "existen grandes
preocupaciones allí -su seguridad, su salud. Una barraca de 150 personas
no es lo mismo que una celda para cuatro personas". La colonia penal
más cercana está ubicada a unos 100 kilómetros de Moscú.
Según la
ley rusa, sólo prisioneros con penas de menos de seis meses pueden
cumplir su sentencia en los centros de detención para quienes esperan un
juicio. La ley también establece una excepción para los reos con
aptitudes requeridas en tales centros.
Las audiencias de
Tolokonnikova y Alyokhina tuvieron lugar en el centro de detención,
junto con las apelaciones de otras 10 convictas. Sus abogados
argumentaron que las dos podrían trabajar como cocineras en el centro.
Las autoridades nominaron a otros tres reclusos para que se quedaran.
Las
prisiones rusas son reconocidas por las miserables condiciones y el
frecuente trato brutal a los reclusos por parte del personal. El país se
enfrenta a críticas internacionales por la muerte en prisión en 2009
del abogado Sergei Magnitsky, quien habría sido golpeado hasta la
muerte.