Es porque tiene efectos sobre todas las células del cuerpo. Y ayuda a combatir el cáncer.
Los expertos elevaron el rango de la vitamina D por sus implicaciones en la salud y hoy ya se habla de ella como “mucho más que una vitamina, una hormona; o mucho más que una hormona, con efectos sobre todas las células del organismo ”, según explicó Rosaura Leis, profesora de Pediatría de la Universidad de Santiago de Compostela, en España.
Leis,
además coordinadora de la Unidad de Gastroenterología, Hepatología y
Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico de Santiago, también es
codirectora de la jornada “Una revisión de los conocimientos actuales
sobre la vitamina D”, celebrada en Compostela dentro de los encuentros
preparatorios del Congreso Mundial de Nutrición 2013, que tendrá lugar
en Granada, organizado por la Fundación Iberoamericana de Nutrición.
La profesora explicó que en estas jornadas se comparten conocimientos sobre la prevalencia de determinados tipos de cáncer, como el de mama o de colon, en función de los niveles de vitamina D.
También se asocia la falta de esta vitamina, entre otros problemas de
salud, con el síndrome metabólico, vinculado, a su vez, con enfermedades
cardiovasculares, triglicéridos altos, colesterol bueno bajo,
circunferencia de cintura grande, adiposidad u obesidad.
En el
caso de la obesidad, hay teorías que inciden más en la falta de esta
vitamina como causa y otras como efecto, ya que, “lo que sí es cierto
–apuntó Leis– es que la grasa corporal actúa secuestrando el metabolito activo de la vitamina D,
que es liposoluble y entonces no deja que se utilice”. Además explicó
que, si bien no llegan a los hospitales casos de raquitismo –como en los
‘60 y ‘70– con deformaciones óseas y sintomatología severa derivadas de
su déficit, “sí se están detectando otra vez unos niveles muy bajos de vitamina D”.
La
especialista puso el ejemplo de Galicia, en el noroeste español, donde
apenas un tercio de los chicos tienen un nivel óptimo de vitamina D para
mantener sus células saludables y con la protección que aporta frente a
las patologías que se vinculan a su déficit, que son más que las que se
creía tradicionalmente. Por su latitud y la inclinación de los rayos
solares, en Galicia se sintetiza menos vitamina D, pero, aunque la irradiación solar es el procedimiento fundamental para su aporte al organismo, también en lugares soleados se aprecian niveles deficitarios. Esto estaría vinculado a los cambios en los estilos de vida.
Consultada por otros modos de obtener vitamina D, Leis apuntó que de la alimentación natural se obtiene poca y son los pescados los más ricos, aunque es –insistió– la irradiación solar la que aporta la mayor parte. Se refirió también a los suplementos nutricionales en la leche de los lactantes o en alimentos “fortificados” para los adultos
y, finalmente, a las fórmulas farmacológicas. Aunque en los primeros
casos, por las dosis que contienen, es muy difícil una ingesta excesiva,
en el de los fármacos, señaló que deben ser consumidos siempre luego de
la consulta a un médico, porque “ hay un límite máximo de riesgo tóxico y, por lo tanto, no podemos empezar a tomar vitamina D como nos de la gana”.
Rosaura Leis insistió en la importancia de la exposición solar
y, en ese sentido, previno frente al uso de cremas con una protección
excesivamente elevada. Concluyó que no se debe llegar a los extremos y consideró suficiente una exposición de 15 a 30 minutos
en la cara y manos para sintetizar la vitamina D precisa para el
crecimiento normal, el desarrollo y la salud durante el ciclo vital.
Según la OMS, más de mil millones de personas en el mundo tienen ingestas de esta vitamina inferiores a las recomendadas.