Abandonar el tabaco podría ser “equivalente o superior al de los antidepresivos utilizados en el tratamiento de la ansiedad o de los trastornos del humor”, apuntan investigadores británicos.
Los que lograron dejar esa práctica, añaden, han estado menos deprimidos, menos ansiosos, menos estresados, en comparación con aquellos que no lo lograron, y mostraban una visión más positiva de la vida.
“Comparando no fumadores con fumadores se encontró una asociación con una menor salud mental entre los segundos”, señala la coordinadora del estudio, Genma Taylor, de la Universidad de Birmingham, para luego afirmar que este resultado descarta la idea de que el tabaco tiene características antiestresantes o relajantes.
Hasta el momento, se ha aprobado el efecto negativo del tabaco en varios trastornos y enfermedades, como el cáncer, los problemas cardíacos, la impotencia sexual, entre otros.
En julio de 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que cada año cerca de seis millones de personas son víctimas del uso de tabaco, mientras que, según su estimación, en 2030 esta cifra alcanzaría los ocho millones.
