La investigación muestra que cuanto más tiempo haya pasado desde el último cigarrillo, menor es el riesgo de ser operado de catarata, una afección que perturba una lente natural del ojo dando lugar a una imagen borrosa.
Para este trabajo, se analizaron la relación entre dejar de fumar y las más de 5700 cirugías de catarata realizadas en un lapso de 12 años en una población de hombres suecos de entre 45 y 79 años.
Aunque la investigación consideró una población meramente masculina, este beneficio no se limita solo a los hombres, ya que otra efectuada con mujeres suecas refleja que las que dejan de fumar ven reducido el riego de ser operadas.
El consumo de tabaco tiene un efecto negativo en varios trastornos y enfermedades, como el cáncer y los problemas cardíacos y evitarlo, además de beneficiar la salud ocular tiene un efecto positivo en el bienestar mental.
Las personas que han logrado dejar esa práctica han sufrido menos depresión, ansiedad, estrés y mostraban una visión más positiva de la vida en comparación con aquellas que no lo lograron, señalan investigadores británicos.
En julio de 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que cada año cerca de seis millones de personas son víctimas del uso de tabaco, mientras que, según su estimación, en 2030 esta cifra alcanzaría los ocho millones.
