Científicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) han anunciado el hallazgo de un cráneo femenino de más de 12.000 años de antigüedad que se considera el esqueleto más antiguo de las Américas.
De acuerdo con el estudio sobre el tema publicado en la revista 'Science', los restos hallados hace tres años en el cenote de Hoyo Negro, en la ciudad de Tulum, del estado mexicano de Quintana Roo, fueron bautizados como Naia o Joven de Hoyo Negro y pertenecían a una joven de origen asiático de unos 15 o 16 años.
Los investigadores suponen que los huesos de la mujer que murió en la cueva podían estar relacionados con la migración de los pueblos desde Siberia hacia América, que tuvo lugar hace aproximadamente 13.000 años.
Para lograr identificar la edad del esqueleto los científicos del INAH han realizado un análisis de ADN mitocondrial de los huesos, además de otras pruebas de semillas, carbón, guano de murciélago frutero, racimos de calcita y espeleotemas recogidos en el lugar del descubrimiento.
En conclusión los investigadores han comparado los resultados de todos los exámenes tomando en cuenta los aspectos de la formación del sitio y medición de los cambios en el nivel del mar.
En el proceso de la investigación que formó parte del Proyecto Arqueológico Subacuático Hoyo Negro del INAH, codirigido por la arqueóloga Pilar Luna Erreguerena, se utilizaron videos, fotografías y muestras tomadas del cenote Hoyo Negro por los espeleobuzos a petición de los especialistas.
Los investigadores suponen que los huesos de la mujer que murió en la cueva podían estar relacionados con la migración de los pueblos desde Siberia hacia América, que tuvo lugar hace aproximadamente 13.000 años.
Para lograr identificar la edad del esqueleto los científicos del INAH han realizado un análisis de ADN mitocondrial de los huesos, además de otras pruebas de semillas, carbón, guano de murciélago frutero, racimos de calcita y espeleotemas recogidos en el lugar del descubrimiento.
En conclusión los investigadores han comparado los resultados de todos los exámenes tomando en cuenta los aspectos de la formación del sitio y medición de los cambios en el nivel del mar.
En el proceso de la investigación que formó parte del Proyecto Arqueológico Subacuático Hoyo Negro del INAH, codirigido por la arqueóloga Pilar Luna Erreguerena, se utilizaron videos, fotografías y muestras tomadas del cenote Hoyo Negro por los espeleobuzos a petición de los especialistas.