Tendrá un curso de agua de más de 200 kilómetros, dos puertos, una vía ferroviaria, un oleoducto y un aeropuerto, y será casi tres veces más largo que el canal de Panamá.
Wang Jing, de 41 años, es el misterioso hombre de negocios que dirige HKND y ha sido cuestionado por su falta de experiencia en emprendimientos de este tipo, que suponen un enorme desafío para la ingeniería.
Sin embargo, él resta importancia a esas dudas, según informa la agencia de noticias Reuters, que lo entrevistó en Pekín, y asegura que los planes marchan según lo previsto.
Lo que preocupa a la comunidad científica es cómo se están evaluando los posibles impactos mediambientales del canal, y particularmente cómo afectarán la construcción y el tráfico marítimo al Lago de Nicaragua.
Reserva de agua dulce
"Después de casi un año todavía no sabemos cuál será la ruta elegida, pero sabemos que la ruta más probable atravesará el Lago de Nicaragua, que es una reserva de agua para Centroamérica, la reserva de agua dulce más grande de la región, así que el canal implica atravesar 300 km desde el Pacífico al Caribe, e irá por el lago aproximadamente 90 kilómetros", explicó Jorge Pérez-Huete, presidente de la Academia de Ciencias de Nicaragua.Por lo tanto, y según expresó Pérez-Huete en un artículo que publicó en febrero pasado la revista científica Nature, la construcción del canal supone una seria amenaza para los ecosistemas del lago y las selvas y humedales cercanos.
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"Es muy probable que canal altere dramáticamente todo el ecosistema a través de la sedimentación, por no mencionar otros peligros potenciales como vertidos de petróleo de los barcos en el agua potable, que sería un problema enorme para los animales y para los humanos que utilizan el agua del lago para irrigar y para beber", precisó en conversación el investigador Axel Meyer, de la Universidad de Konstanz, quien firma en Nature junto a Huete-Pérez el artículo titulado "El canal de Nicaragua podría causar destrucción medioambiental".
Aguas más cuidadas y limpias
"Es obvio y todos sabemos que una obra de esa naturaleza tiene un determinado impacto ambiental", respondió en conversación Manuel Coronel Kautz, director de la Autoridad Gran Canal de Nicaragua.""Desde el punto de vista económico esto dará una oportunidad para poder destinar recursos y asegurar que las aguas sean lo más cuidadas y limpias posibles"."
Manuel Coronel Kautz, presidente de la Autoridad del Gran Canal de Nicaragua
El funcionario confirmó que, aunque la ruta aún no ha sido definida, "el lago de Nicaragua es la parte más segura".
"La ruta se va a conocer probablemente a finales del mes de junio, julio, y hasta entonces vamos a tener más claro el impacto", señaló Coronel.
Pero, según él, no se espera que sea excesivo.
"Si uno va a la historia un poco, nota que en el canal de Panamá, por ejemplo, la zona protegida del canal es la mejor protegida de toda América, por lo tanto a la larga el impacto ambiental se puede mitigar y se puede revertir incluso".
En el caso del lago de Nicaragua, "es 20 veces más grande que el lago Gatún de Panamá, es un lago enorme con una cantidad de agua suficiente, y ahora lamentablemente se pierde, no se usa del todo".
Además, añadió Coronel Kautz, "hay que recordar que en 100 años el pequeño lago del canal de Panamá nunca ha sido contaminado, y no vemos realmente un problema demasiado serio".
Estudio independiente
Sin embargo, los científicos insisten en que hace falta un estudio riguroso de las consecuencias medioambientales que tendrá la ambiciosa obra de ingeniería."Este es un tema que necesita ser abordado de una forma apropiada y con estudios apropiados", dijo Pérez-Huete.
"Cuando lo dejas a criterio de la compañía que ha recibido esta concesión de usar el país durante 100 años, creo que hay un serio conflicto de intereses."
Jorge Huete-Pérez, presidente de la Academia de Ciencias de Nicaragua
Lo cierto es que el estudio de la consultora británica está financiado por el grupo HKND, que recibió la concesión del gobierno de Nicaragua por 50 años, renovables a otros 50.
Y esto es precisamente lo que cuestiona Huete-Pérez.
"Cuando lo dejas a criterio de la compañía que ha recibido esta concesión de usar el país durante 100 años, creo que hay un serio conflicto de intereses", dijo el científico.
"Nos gustaría ver un estudio independiente de expertos en diferentes campos, ecología, sociología, leyes, etc".
"Lo que proponemos es que haya un grupo internacional de científicos que evalúe la situación y que estudie otras alternativas y asesore al gobierno para que pueda tomar una decisión más informada", dijo por su parte Alex Meyer.
"Normalmente un estudio serio de impacto medioambiental lleva años, e idealmente deberían hacerlo personas independientes que no tienen intereses en el proyecto".
Sin embargo, Manuel Coronel considera que éste es un criterio equivocado.
"Todo se ha hecho dentro del orden y él (Huete-Pérez) no está involucrado y no conoce el tema", dijo el presidente de la Autoridad del Gran Canal de Nicaragua.