La propagación inexorable de la enfermedad en el cerebro mata a las neuronas y produce una serie de síntomas, como es el olvido.
La propagación inexorable de la enfermedad de alzhéimer en
el cerebro mata a las neuronas y, como consecuencia, produce una seria
de síntomas, como es el olvido. Ahora, gracias a un equipo de
investigadores de la Universidad de Linköping en (Suecia), ya podemos
saber cómo las proteínas tóxicas que generan la enfermedad se transmiten de neurona a neurona.
Dos células nerviosas. La derecha (flecha amarilla) con tinción tóxica
Los
expertos, utilizando neuronas teñidas, han sido capaces de describir el
proceso por el que las neuronas son invadidas por las proteínas
tóxicas, y la manera en la que éstas pasan de neurona a neurona. «La
propagación del alzhéimer, que puede ser estudiada en los cerebros de
los enfermos, siempre sigue el mismo patrón. Pero hasta ahora, no
habíamos podido saber cómo y por qué sucedía», señala Martin Hallbeck,
coordinador del trabajo que se publica en The Journal of Neuroscience.
Gracias
a este trabajo se conoce que la enfermedad se inicia en la corteza
entorrinal -una parte de la corteza cerebral-, y que luego se extiende
al hipocampo. Estas dos áreas son claves para los procesos de memoria.
Poco a poco, los cambios patológicos tienen lugar en más y más áreas del
cerebro, mientras que el paciente se vuelve más enfermo.
Proteínas y alzhéimer
Dos son las proteínas que han sido relacionadas con el alzhéimer: la beta-amiloide y tau.
Hallbeck explica que normalmente tau se encuentra en los axones -las
derivaciones que se conectan entre las neuronas- donde tiene una función
estabilizadora, mientras que la beta-amiloide parece tener un papel
importante en la sinapsis. Sin embargo, en los pacientes de alzhéimer, algo que sucede con estas dos proteínas, ya que las autopsias revelan la acumulación anómala de ambas.
Todavía
hoy día se desconoce porqué se produce esta acumulación anómala de
proteínas, aunque sí se sabe que las placas o acumulaciones de proteínas
no dañan las neuronas. En su lugar, grupos más pequeños de la proteína
beta-amiloide, llamados oligómeros, parecen ser la forma tóxica que
poco a poco destruye las neuronas y acaba por afectar al cerebro.
Los
autores de este trabajo se han centrado en los oligómeros. «Queríamos
investigar si pueden transmitirse de una neurona a otra, algo que los
investigadores han intentado antes sin éxito», dice Hallbeck.
Cultivos de neuronas
Así,
en un cultivo de neuronas los investigadores inyectaron oligómeros
teñidos con una sustancia fosforescente rojo llamado TMR; al día
siguiente las neuronas vecinas también eran de color rojo, lo que
demuestra que los oligómeros se había extendido.
Para probar si una neurona enferma puede «contagiar»
a otras, los expertos realizaron una serie de experimentos con neuronas
humanas maduras teñidas de verde y las mezclaron con otros que eran de
color rojo. Al cabo de un día, aproximadamente la mitad de las células
verdes habían estado en contacto con algunos de los rojos. «Poco a poco,
cada vez más las células verdes enfermaban», explica Hallbeck.
El estudio supone un gran avance en la comprensión de la enfermedad de alzhéimer y de cómo ésta progresa. Los investigadores creen que se podría investigar en cómo detener este proceso mediante un inhibidor.