¿Qué tienen que ver los alimentos con las emociones? Pues, según los seguidores de la alimentación energética,
mucho. «Lo que comes influye no solo en tu estado físico sino en tu
sistema emocional. El cómo nos relacionamos con la comida refleja cómo
nos relacionamos con nosotros mismos y con el entorno», asegura Marta Herce, psicóloga y especialista en este tipo de nutrición.
Según
esta filosofía, las personas se dividen en organismos yin (intensa
actividad mental, muy creativas, idealistas, miran hacia el futuro) y
yang (son más de acción, con los pies en la tierra, más pragmáticos). La
alimentación, en cada caso, ayuda a armonizar el cuerpo y la mente para
no caer en los extremos. «Cuando alguien se va a un yin muy límite
tiende al victimismo, y el yang, en exceso, es muy rígido, se irrita y
tiende al enfado», explica Herce.
La
especialista en alimentación energética recomienda que, en días en los
que te sientas «muy yin», optes por alimentos que tiendan al yang, como,
por ejemplo, el pescado, los cereales integrales o las leguminosas. Por
el contrario, si tienes un día «muy yang», y quieres suavizarte, tienes
que ingerir más verduras verdes (canónigos, rúcula, espárragos o
alcachofas), frutas y frutas secas, y endulzantes naturales.
Y ¿qué podemos hacer esos días en los que levantarse de la cama es casi una misión imposible? «Una crema de cereales integrales aporta muy buena energía», recomienda Herce.
En
su opinión, un desayuno completo para ponernos a punto y aguantar la
jornada de trabajo debería incluir una crema de mijo (va muy bien para
la fatiga intelectual) y quinoa, una bebida de arroz o avellanas, y algo
salado, como una sopa de miso o una tostada de levadura madre con pate
vegetal, o de sardinas o anchoas. Si eres incapaz de tomarte una sopa de
buena mañana, una alternativa es el té kukicha o bancha, «sin teína, pero con muchas propiedades, que ayudan a vencer el cansancio», señala la experta.
El porqué de los antojos
Si
lo que nos pasa es que nos sentimos muy nerviosos y nos cuesta
concentrarnos, debemos evitar la fruta y el dulce en general, y optar
por una crema de cereal integral, a la que pondremos seis o siete pasas.
Y en las jornadas de mucha tensión, Herce recomienda un licuado de
manzana y zanahoria.
Una
correcta selección y combinación de los alimentos también puede
ayudarnos a manternos jóvenes. Para conseguir un pelo y una piel
luminosa, Herce recomienda las algas, ricas en calcio hierro, potasio y magnesio;
las semillas de sésamo y reducir la ingesta de lácteos y azúcares. Y
para dormir bien, aconseja una cena basada en vegetales, como una crema
de verduras, y una pieza de fruta.
Si
eres de los que suele experimentar antojos, debes saber que cuando el
cuerpo lanza un «aullido» es que algo no está en equilibrio. «Puede ser
que nutricionalmente o emocionalmente no le estés dando todo», explica
Herce y pone un ejemplo muy habitual: «Si tienes antojo de chocolate con
leche puede ser por falta de proteínas, porque te falte sabor dulce en
tu dieta o porque, a nivel emocional, estés buscando un momento dulce en
tu vida».